«Recursos humanos», la nueva exposición del artista visual Vicente Irarrazabal, está actualmente en el Espacio Cultural Casaplan, más precisamente en la Sala Subterráneo (antigua bodega portuaria), abierta al público hasta el 1 de septiembre.
Según versa en su texto curatorial «La forma se entrelaza con el contenido en cuadros de una gestualidad impulsiva e inquieta en que los vínculos aparecen llevando a los individuos a entremezclarse, violentando la integridad física y moral. Fenómenos que en la historia de las ideas han sido categorizados como ‘pulsión’, ‘instinto’ o ‘inconsciente’ emergen para redefinir los ‘recursos humanos’ sobre los que hay tanto interés en gestionar, como restos de libertad, acorralamiento, coacción o alienación. El doble sentido del título se relaciona entonces a la pregunta por cómo nos entendemos en este respecto: ¿somos o tenemos recursos ‘humanos’?».

Al bajar a este imponente espacio, con sus macizos pilares, techo de grandes vigas de roble expuestas, muros irregulares y crudos le dan un aura, una atmósfera de mayor densidad a la exposición, lo que favorece enormemente los grandes cuadros con los que nos encontraremos. Se trata de 16 pinturas en tela de gran formato, hechas con múltiples técnicas: desde óleo y acrílico, hasta pastel graso, lápiz bic, tinta china, barniz, esmalte sintético y polvo de mármol.
Las obras nos presentan en general figuras antropomórficas, a veces solas, en pareja o como multitud, hechas con una gran fuerza expresiva en donde destaca el gesto visceral, intuitivo, libre.
El título de la muestra habla de una cierta ambigüedad. Probablemente con la expresión «Recursos humanos» pensamos automáticamente en la oficina o departamento de una empresa donde se gestionan precisamente los recursos humanos para la productividad de la empresa. Y he ahí donde se crea la confusión o derechamente engaño, recursos humanos por sí solo, podría dar cuenta en un principio de recursos para el bienestar o salud de el o la trabajadora, sin embargo es precisamente lo inverso, aquellos recursos del sujeto son explotados, diseccionados y arrebatados. La pregunta que se hace esta exposición es, ¿qué queda de nosotros si nuestros recursos no son enteramente propios? Surge este animal herido, desesperado por escapar; pulsional, arrebatado, furioso, de ahí que el fuerte expresionismo de las obras se construyan como restos, como márgenes de la cordura, del control, de la identidad, de la soberanía.
Casaplan
Lunes a viernes de 9 a 21 hrs
Sábados, domingos de 10 a 19 hrs.
Avenida Brasil 1490, Valparaíso.


