Las opiniones preconcebidas y la exclusión hacia quienes viven en situación de calle, son actitudes arraigadas en la sociedad chilena. Muchas personas suelen criticar y generalizar las razones por las que un individuo llega a esta situación, pero poco interés se manifiesta en entender que existen diferentes realidades y aristas en esta problemática, convirtiéndose en una verdad incómoda que es preferible invisibilizar.

Contar las diferentes realidades y exponer el abandono que viven estas personas en la calle, es el objetivo del proyecto llamado In-Visibles, encabezado por el periodista y fotógrafo socio documental, Bastián Cifuentes «Periodista Furioso«, en colaboración con Paloma Ossa, cientista política y diplomada en Memoria, Género y Derechos Humanos. De momento, esta exposición está siendo exhibida hasta el próximo lunes 04 de septiembre en la Galería Casa Condell, ubicada en Condell #1342, Providencia.

Para Bastián, el arte debe ser social y político en todo sentido. Desde este fundamento, nace su interés por mostrar más que un buen retrato a través de la fotografía, sino que, exponer la realidad que existe detrás de ella: «Desde chico me ha interesado lo social. Los fotógrafos y fotógrafas que me gustan retratan muy bien la sociedad y la documentan. Por ejemplo, Sebastián Salgado, que se autodefine como socio documentalista. Yo quería hacer lo mismo y desde aquí expandir mi arte, siempre dándole un sentido social», declara Bastián.

Las fotografías de este proyecto llaman la atención porque parecieran estar tomadas en estudios fotográficos. Sin embargo, para llegar a los espacios que habitan estas personas y lograr los retratos, Bastián y Paloma, recorren las calles de Santiago acompañados de un «estudio» ambulante. Además, se han visto desafiados a incorpora diferentes estrategias comunicativas que hacen posible la conexión y confianza necesaria para que las personas, que usualmente se sienten vulneradas y marginadas por su entorno social, se abran y compartan sus historias que, por lo general, son bastante crudas:

«Muchos les sacan fotos, pero no los escuchan y no les hablan, yo he llegado a tener un retrato súper íntimo. Como periodista los entrevisto, uno tiene que entrar en el diálogo, hay personas que son más abiertas y otras súper cerradas. También, ando con una agenda donde van anotando lo que les gustaría decir a la sociedad a través de este proyecto. Además, ahora estoy imprimiendo las fotos en blanco y negro para que ellos las vayan coloreando y manifestando cómo se ven a sí mismos», explica el fotógrafo.

Actualmente, cerca de 19 mil personas viven en situación de calle en Chile, siendo la Región Metropolitana la zona que concentra la mayor parte de ellas (alrededor de 8 mil). De esta cifra, y según el Ministerio de Desarrollo Social, un 84% son hombres y un 16% son mujeres. Estas personas terminan en las calles principalmente por problemas de drogas, alcohol, salud mental, económicos y por la inflación que ha azotado al país recientemente.

Si bien, esta realidad ya parece preocupante, es probable que la cifra haya aumentado en los últimos años, ya que el registro se obtuvo del Portal Transparencia, con datos de hace 2-3 años atrás. Pero, independiente de la cifra oficial, lo cierto es que cada número representa la vida de una persona: «Hay historias que te duelen mucho, como la de las mujeres, porque ellas son violadas. Conozco a una persona que la han violado en reiteradas oportunidades y, en otras, se ha salvado por suerte», lamenta Bastián.

También, plantea que las mujeres que viven en la calle están mucho más expuestas al peligro que los hombres y los hijos, que nacen a consecuencias de estas violaciones, están destinados a acompañarlas en esta adversidad, o de lo contrario, terminar en el Servicio Nacional de Menores, una institución que los sigue vulnerando por su condición: «Conocí a una mujer que terminó la básica dando exámenes libres y ella lucha día a día por estar con sus hijos que hoy viven en el SENAME».

Los tratamientos de salud mental tampoco son una alternativa para para ellos, y esta es una de las principales razones por las cuales terminan viviendo en las calles. Respecto a la salud física, se ha encontrado que tienen mayor proporción de mortalidad prematura, heridas y enfermedades infecciosas que la población general: «Yo a veces converso con las personas y se ponen a llorar por el mismo abandono. Una mujer me decía que le gustaría ponerse al medio de la calle con un megáfono y gritarles que no son gente mala ni extraterrestres, son personas que quieren ser vistas de la misma forma en que ellos miran a la sociedad», recuerda Bastián.

Hay personas que duermen de día y se mueven en la noche para evitar el peligro, es una forma de sobrevivir. De hecho, ellos mismos advierten a Bastián que tenga cuidado porque ven como el narcotráfico se ha tomado las calles. Él, también ha sido muy crítico con este tema indicando que: «Es importante que las políticas públicas de Estado vayan dirigidas a detener el ingreso de drogas al país, porque eso es lo que pasó en Kensington, Filadelfia». En Estados Unidos la crisis del Fentanilo, y otras sustancias de bajo costo, está desbordada. Bastián, también agrega que: «Ha sido el periodismo, a través de diferentes medios, el que ha denunciado esta problemática. La droga es una pandemia».

En Chile, gran parte de la población que vive en situación de calle está sumergida y atrapada en la pasta base. Por lo general, la consumen para relajarse, al igual que lo hacen otras personas, por ejemplo con el consumo de alcohol, en diferentes contextos: «Estamos en una sociedad que vive estresada y consumiendo diferentes sustancias químicas, legales o ilegales, para sobrellevar esta realidad impuesta», critica Cifuentes.

Bastián, además comenta que las próximas publicaciones de este trabajo se centran justamente en el consumo de pasta base en la calle: «Ellos hacen una mezcla que se llama ceniziado, le echan ceniza negra a la pasta, dicen que eso los relaja, pero a la vez los mantiene más cuerdos. Me han dejado retratar este proceso porque creen que de esta forma los estoy ayudando a demostrar que tienen una fuerte dependencia a las drogas, que no pueden combatir sin ayuda y que existe un abandono por parte de las autoridades».

Al transitar a diario las calles de la ciudad podemos ver la insensibilidad de las personas hacia otros, vivimos en un sistema enmarcado en el Neoliberalismo, en el que se ha dejado atrás a todos aquellos que ya no son útiles para alimentar la economía del país: «Te das cuenta que tenemos una estructura social en la que se deja vulnerable a ciertas personas, en vez de acogerlos los estamos rezagando. Sin embargo, la gente cuando ve mi trabajo dice que le produce cosas, me comentan que les gustaría hacer un cambio en esta sociedad y justamente eso es lo que yo quiero, cambiar este paradigma».

De las diferentes experiencias que ha logrado recopilar Bastián en este proyecto, concluye que nadie está libre de caer en esta situación: «Conocí la historia de un hombre que fue estafado por su expareja con 90 o 100 millones de pesos, perdió todo, hasta su casa. Esta persona vivía antes en Las Condes y tiene mucha educación, pero cuando lo conocí ya llevaba dos meses en la calle».

Por estas innumerables y diferentes realidades, Bastián, ha decidido que este trabajo lo hará durarte toda su vida: «La gente en la calle va a estar siempre y puede que en los próximos años empeore, soy súper negativo en ese sentido. Yo no hago mi trabajo por aceptación, pero me he dado cuenta de que, por ejemplo, tengo publicaciones de los republicanos que tienen muchos likes, pero cuando subo publicaciones de gente en situación de calle tiene menos reacciones, eso quiere decir que hasta en redes sociales son invisibles«, finaliza Bastián.