Por Elisa Massardo
Actualmente, ¿qué es la pornografía?, ¿a qué podemos llamar porno chileno? Sin ser expertxs en el tema probablemente a cada lector se le pasen ciertas imágenes por la mente de forma furtiva, curiosa, sensual o provocativa, tal vez. Pero qué vemos, qué sentimos o, reitero: ¿a qué le llamamos porno?
Esta pregunta atraviesa la sección “Nuevo Porno Chileno” del Festival Excéntrico, que se caracteriza por abarcar el “territorio de los placeres críticos”, mostrando aquello que se ubica “fuera del centro, del cine explícito, es decir, en los márgenes de la pornografía mainstream”, logrando, sin lugar a dudas, sus objetivos. Y entonces, si es que lo vemos en el Festival no son órganos sexuales hiper llamativos, de grandes proporciones, mega lubricados, escenas poco naturales y planos grotescos, ¿qué vemos? Siendo la industria del porno una de las más grandes del cine, este Festival nos muestra reflexiones sobre el erotismo, alejándose de las críticas clásicas hacia la pornografía o hacia las perturbaciones morales que se pueden producir en espacios “conservadores”.
El «Nuevo Porno Chileno», se plantea algo sumamente diferente: preguntas sobre a qué le que llamamos pornografía; por qué buscamos mostrar, conocer o ver porno; cuándo hablamos de pornografía. Las propuestas eran bastante reflexivas sobre el tema, a pesar de que uno de los criterios de selección era que el contenido tenía que ser explícito y en varios de los cortometrajes lo fue, pero mediado por fantasías, por el trabajo sexual y por las biografías. Como si fuera un retorno al porno de antaño cuando la narrativa aún existía en estas películas.
3 días, 12 cortometrajes, 6 horas, 3 conversatorios. Muchas corporalidades femeninas, muchas reflexiones desde lo femenino y un día dedicado a la biografía falocéntrica atravesada por los cuestionamientos sobre el abuso, a diversas edades; rompiendo todos los clichés con un nombre que le calza perfecto: “Nuevo Porno Chileno”. Si debo destacar ciertas propuestas aunque no resulta para nada sencillo, he de asumir que algunas realmente impactan por la narrativa, por la creatividad, por la forma y el fondo. En orden de aparición en el Festival:
Fruición – Anto Reyes Arévalo (Él): Porque alejándose de los cánones tradicionales de la pornografía aborda la vida de diverxs trabajadorxs sexuales que virtualmente practican el oficio de la prostitución, de las strippers, del sexo.
Chile, 2023, 15:37 min.
A plena luz del día – Elmundonomeadivine (ella/she), Alita Greenblack (ella/she) y K de Kuerda (ella/she): Porque destaca y remarca la importancia de los consensos en las prácticas BDSM, mientras te permite observar una escena que roza con la realidad por la fuerza de las acciones.
Chile, 2023, 08:20 min.
Baño de Mar a Medianoche – Juliette Puch (ella): Porque propone una forma artística de ver la pornografía, de forma atractiva visual y narrativamente, explorando un imaginario erótico junto al espectador.
Chile, 2023, 08:16 min.
Archivos de amor temporales – Alejandro Altimiras (él): Porque aún sigo pensando en la historia, en el relato biográfico, en aquello que denominamos amor y cómo lo definimos.
Chile, 2023, 30:00 min.
Cegada por ardor – Diego Argote (ella/elle): Porque el dolor emocional y psicológico muchas veces nos lleva al autoflagelo de diversas formas, sobre todo en un país acostumbrado al abuso de forma institucionalizada. Reconocerlo y exponerlo, asumirlo y crear, siempre debe ser reconocido.
Chile, 2023, 04:08 min.
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