“Donde viven los bárbaros” regresa con funciones en el Teatro Principal de Matucana 100, sacando las risas de los asistentes del lugar donde se reserva el humor incómodo, la sonrisa que quizás debería ocultarse, la broma cruel pero bien sincronizada. Es que cuando “la vida se muestra” ante uno, qué otra opción queda aparte de reír. Donde viven los bárbaros tiene mucho que ver con la vida, cruda y mágica, y sus misterios presentándose frente a personajes en hechos sin conexión, que se enlazan en una narración tragicómica que va a sacar aplausos hasta el 9 de abril.
“-Este es el cuarto monólogo que suelto desde que salí de mi casa.”
Hay dos secuencias que se desarrollan en este trabajo de la compañía Bonobo y que van a ser parte de los temas que se tratan en la “Trilogía sobre la barbarie” -Donde viven los Bárbaros (2015), Tú amarás (2018), Temis (2022)- que estará en el escenario de M100 hasta fines de mes. La trilogía, codirigida por Andreina Olivari y Pablo Manzi, cuenta con las actuaciones de Gabriel Cañas, Gabriel Urzúa, Paulina Giglio, Carlos Donoso, Guilherme Sepúlveda y Marcela Salinas; un elenco que en la función del pasado viernes 30 debió volver varias veces a recibir el aplauso del público tras el cierre del telón. El primer tema que desarrollan es la presencia en ausencia de los bárbaros. El segundo es un encuentro de tres primos donde la pertenencia, las capacidades mentales, la educación y los vínculos familiares se tensionan y enfrentan de las formas más chistosas y serias posibles. Cada personaje pone un pie en lo patético y un pie en lo heroico, y desde ahí mira a los espectadores para soltar un monólogo crudo y sincero, para terminar con gracia al decir “Este es el cuarto monólogo que suelto desde que salí de mi casa”. Algo raro les pasa a los primos y sus visitas, no saben qué es pero sienten la presencia de algo que no estaba antes. No saben cuándo es el antes, pero saben que estaban mejor, que se respetaban más, que tenían una mejor imagen de sí mismos y del resto. Quizás hay que remontarse al origen de la idea de ser civilizados, educados, urbanizados, modernos. Puede ser necesario buscar el inicio del discurso oficial que se repite de este lado del velo, en un espacio fuera del cual golpean la puerta con insistencia para entrar los excluidos con sus manos callosas y desaseadas, presentes y salvajes. ¿Podrán entrar y dar su discurso autogestionado los subalternos?
En el primer cuadro un doctor debe dejar Atenas para buscar a los bárbaros responsables de asesinar a una mujer, es su tarea encontrar los culpables, a las bestias mitológicas que viven en la oscuridad del bosque, debe traer una prueba fehaciente de que el femicidio que tuvo lugar en la polis fue causado por un ser tan ajeno a la civilización que están construyendo que solo es posible que sea culpa de un sátiro de genitalidad prominente y permanentemente erecta. Entre la espada y la pared, el doctor abandona la ciudad y sale al campo a buscar un chivo expiatorio que sabe no será posible hallar. Encuentra a los bárbaros o reina la barbarie ¡qué bárbaro!
En cambio, una palabra empieza a repetirse fuera de la democrática ciudad: “¡Autogestión!”.
En el presente, en la escena siguiente, tres primos se reúnen para ponerse al día después de años sin verse, años sin discutir sobre sus valores, sin contarse los lutos ni compartir con sus mascotas. Otro de los elementos que va a marcar continuidad en las tres obras es la forma en que cambia el razonamiento de uno de los personajes en base a cuestionamientos de la moralidad con que viven los involucrados en situaciones límite, como por ejemplo, cuando uno de los primos cuenta que presenció una golpiza a una mujer por parte de un grupo de hombres y, después de explicar varias veces la situación, detalla creer que la mujer era prostituta.
“-Creo que la mujer era prostituta.
-Ah, eso cambia un poco las cosas.”
“Eso cambia un poco las cosas” le responde uno de los primos, como si fuera de los más normal que una mujer asesinada por un grupo de hombres fuera un asunto muy diferente a una prostituta asesinada por un grupo de hombres bajo la oscuridad de los árboles que están en el límite del vecindario, ahí donde es oscuro y hay bestias con sus genitales siempre erectos, ahí donde los hombres, los chilenos, se comportan como manada, como uniformados por la enajenación, en fin, como bárbaros. Cambia un poco las cosas hablar de un crimen sucedido ahí donde viven los bárbaros.
DONDE VIVEN LOS BÁRBAROS – Del 29/03 al 09/04
Horarios: Miércoles a sábado 20:30 hrs y domingo 19:30 hrs. Teatro Principal de Matucana 100
Fotos: Daniel Corvillón