Pepo Silva dirige esta Producción GAM, que se presenta como un manifiesto corporal disfrazado de espectáculo. Este rompecabezas de piezas latinas, que se resisten a ser ordenadas y clasificadas, busca la potencia del encuentro en lo diverso.
“Pensamos en crear una obra que hablara de nuestros orígenes, pero no los encontramos. Nos descubrimos como huachos de herencia rota, cuerpos híbridos, quiltros que responden a muchos nombres sin pertenecer del todo a ninguno. En esa genealogía confusa, herida y revuelta, aparece también una potencia: la de ser muchas cosas a la vez. Una majamama. Así, nos volvemos indescifrables, inclasificables e indomables”, cuenta su creador, Pepo Silva.
El montaje es fruto de una residencia artística en GAM realizada con artistas que fueron elegidos a través de una convocatoria abierta, iniciativa que germinó como una oportunidad para darle valor a la idea del encuentro entre personas y disciplinas diversas.
Entre sudor, calor, fiesta y rebeldía, seis intérpretes de diversos estilos y lenguajes de danzas invocan una divinidad sin altar, en un espectáculo que viaja desde lo tropical hasta lo contemporáneo, diluyéndose con lo teatral y performático, sin caber dentro de ningún margen, mezclándose en un todo.
Según comenta el director, “Majamama es una palabra que le pertenece a las personas y debemos seguir resignificando. Nos invita a pensarnos en la mezcolanza, en todo lo que se constituye a partir de muchas cosas”, y añade: “Nos permite preguntarnos cuáles son nuestros revoltijos, nuestros sabores, las cosas que nos conectan, y cómo nos damos cuenta que tenemos más cosas en común que diferencias”.
Desde la escena, la majamama se presenta no como personaje, sino como entidad atmosférica. Lo latino está presente, pero no como una celebración colorida de una identidad domesticada, sino una danza con el derrumbe. Un cuerpo colectivo que ya no encaja en los moldes de lo vendible ni lo exportable. Así, la obra devela un espectáculo de exotización y explotación sobre cuerpos heridos por una herida colonial.
Con la asistencia de Betania González y el dramaturgismo de Bruce Gibbons, los performers Francisca Espinoza, Mónica Casanueva, Gabriela Suazo, Víctor Morales, Nicolás Gatica y Javier Muñoz, ponen su propia historia y latinidad al servicio de la obra, con música en vivo, para retratar un continente revuelto y herido.
“Es una invitación a entender que no vemos las mismas cosas, que no estamos en el mismo lugar, sin embargo, todas esas perspectivas nos hacen habitar este territorio y seguir construyéndolo, deconstruyéndolo y repensándonos en comunidades, dándole espacio, respeto y valor a cada una de esas diversidades y potencialidades que tiene cada uno siendo diferente”, concluye.
28 Nov al 7 Dic 2025
Vi a Sá — 19.30 h. Do — 18.30 h
Gam.cl

