Cultura, Lifestyle
Deja un comentario

La consagración de la vagina como símbolo de empoderamiento desde la cultura

El cuerpo de las mujeres, al menos en su totalidad, por años fue y sigue siendo pasado por alto, obviado e invisibilizado, como si no existiera. Hoy, vulvas y vaginas exigen visibilidad libre de sexualización, lo que significa de una u otra forma doblarle la mano a la historia.

A fin de 2017 se publicaba El libro de la vagina (Grijalbo), «todo lo que necesitas saber y nunca te has atrevido a preguntar». En febrero del mismo año en Europa se reeditaba Monólogos de la vagina (Editorial B), que no estuvo exenta de polémicas, ya que se abrió el debate en cuanto a su obsolescencia (original de 1996) al dejar fuera a las mujeres transgénero.

El artivismo que reproduce la anatomía femenina también copa los timeline de Instagram, el eslogan pussy power se puso de moda y los millones de reproducciones del video clip «Pink» de Janelle Monáe con sus bullados pantalones-vulva lo confirman.

El vídeo de Monáe es un llamado a las mujeres. Bajo el lema de black girl power del clip, la actriz Tessa Thompson, una de las protagonistas, explicó por twitter que el video no sólo iba dirigido a las mujeres con vagina, sino «a todas las mujeres negras que necesitan un monólogo y que no tienen vagina», haciendo alusión al libro de Eve Ensler.

«El origen del mundo» Courbet (1866).

Los genitales femeninos son grandes desconocidos. Han sido censurados desde el arte -obras como El origen del mundo, de Courbet, lo pintó en 1866 y recién pudo ser expuesto en 1995 por el Museo parisino de Orsay- hasta la ciencia, disciplina que despreció a la biología femenina estudiando siempre los cuerpos de los hombres, tipificando desde ahí, qué es enfermedad y que no lo es. Así, las mujeres hemos sido invisibilizadas por siglos por el machismo abrumador y aplastante que hasta la actualidad reina.

Esto mismo pasa en muchas dimensiones: el desconocimiento desde las mujeres desde su propio cuerpo, falta de información y comprensión sobre enfermedades femeninas, tabues y miedo a ir a un médico especialista en la mujer, son algunas de las cosas que explica Graciela Padilla, quién además señala que según un estudio de Ovarian Cancer Trust, el año 2015 el 66% de las personas (en Europa) con vagina entre 18 y 24 años no consultan a un médico sobre problemas vaginales porque les da vergüenza incluso utilizar la palabra vagina, por lo que prefieren consultar en Google.Cifra alarmante, que además confirma la invisibilización, incluso entre las mismas mujeres, de sus cuerpos y posibles situaciones que puedan aquejarlas.

En la serie de videos Vagina Dispatches de The Guardian, Mona Chabali y Mae Ryan salen a la calle con una vulva y un aparato reproductor femenino gigantes a preguntar a la

calle a todo tipo de mujeres, si conocen una a una, las partes que lo componen. La conclusión: «sabemos más sobre penes». A una idea parecida llegaron Nina Brochmann y Ellen Strokklen Dahl, las dos estudiantes de medicina noruegas autoras de «El libro de la vagina» (Grijalbo), quienes mencionan: «Nuestra experiencia nos dice que las mujeres todavía no conocen bien sus cuerpos. Muchas, incluso con estudios universitarios, nos preguntan cosas básicas sobre salud o comportamiento sexual».

Aun así, la historia actual a ido cambiando, y aunque se trate de «moda», es mejor que exista a que no lo haga. Se está hablando de vagina, de vulva, pezones y pelos no solo en video clips que rompen las redes sociales, en cuentas de Instagram y retwitts a diario, sino también en el metro, en la calle y en las plazas, siendo mas positivo que negativo, haciendo de las mujeres y sus genitales, un tema de interés público NO sexualizado.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s