Gala: 

Han pasado muchos días desde que regresé. No sé, bastante para mí. Y desde entonces he tenido una sensación permanente. Un reseteo, digamos. Cierta urgencia de querer someterse a cambios que son necesarios. Cambios internos y externos. Algo así. Creo debe ser de mi sensaciones favoritas: la novedad, el asombro, el pillarse ahí en la ingenuidad, vivir algo distinto. De alguna manera son cosas que te transforman. Una se reconfigura con ellas, pienso, por eso la eterna inquietud de vivir cosas diferentes. He aprendido a identificar lo que me hace feliz – antes sólo tenía claro lo que no- y eso tiene que ser algo bueno. Tener claridad estos días se agradece. No entiendo bien por qué te digo esto la verdad. Acabo de encender un fasito y se me ocurren muchas cosas para decirte. Trato de transparentarme. Hay un sol radiante que me pega en la cara ahora mismo. Tengo las patas con barro y estoy en la terraza de Billy. Pasa también que las cosas contigo son maravillosas. ¿Sabes? Trato de descifrarlo, de descifrarme a mí, de descifrarte a ti. Me es difícil sellar esta carta. No es cosa fácil. Incluso he dudado si leerás esta carta, pero bueno, ya está, aquí la tienes y voy a ser lo más fiel con lo que siento/pienso.

Siempre me haces explotar, me sacudes, un vaivén digamos. Me gustaría que estuvieras dentro de mí unos minutos para que sientas lo que yo cuando me regalas esas sensaciones. Lo que me pasa contigo, es algo muy real. Cuando siento que no piensas. Cuando te dejas ver tal cual eres. Sin miedos. Sin calcular. Sin ese pánico que te embarga a veces. Hay cosas que están fuera de tu control, no pasa nada, guachita bella. De verdad que no pasa nada. No todo tiene que estar contenido, recuerda no somos envases. 

Me doy cuenta que hay una especie de dicotomía. Por un lado las ideas, el derrocar lo que nos daña, lo que nos domina y derribar noblemente los paradigmas que existen en todo orden de cosas, sobretodo en las relaciones humanas; y al otro lado, el corazón y sabes bien lo que significa esta parte. Mi lucha, mi filosofía barata  -me da igual que así sea- es dejar de definirme y tratar de vivir al centro del puente y no de un solo lado. Porque tampoco me resulta eso de ignorar lo que pienso, de pasar de estructurar lo que en el fondo siento, de restarle importancia. No se puede no más. Y a veces, cuando me siento liviana, me da que la solución es aguantar a las dos y vivir. Vivir sin atormentarme. Recibir y dar. Sin importar más que la fascinación de estar. Eso al menos he logrado concluir.

Tu no me interesas para llenar un vacío, no. Yo no te quiero para mí, y no es por ser condescendiente a lo que piensas. No es que te idealice como  alguna vez hablamos, tengo claro que tenemos diferencias y que no eres simple. Mi fascinación radica en ello. Erradas o no, mis configuraciones del querer son diferentes; para mi debe haber ciertos elementos. Yo encontré infinito de eso en ti y aunque claramente no fue una elección del todo voluntaria, sí de alguna manera te prefiero constantemente. Siento interés genuino de ti, algo que me seduce, pero que me da tranquilidad también, un deseo. Creo reconocer lo diferente, lo auténtico. Me amo diferente las veces que estamos juntas, me amo, amo la forma que soy cuando vienes a mí con tus prendas rosas jaja. Y agradezco la deslumbrante casualidad, el encuentro. 

Me has confiado muchas cosas. Cosas que sé no confías a cualquiera. Situaciones violentas que te han tocado vivir. Tristezas que también al final me cautivan y me hablan de ti, porque pocas personas conozco que han tenido vidas duras y que sean capaces de transmitir felicidad, de querer ser responsables de una munda mejor. De querer hacer bien a otras sin esperar nada a cambio. Alguien que defiende sus ideales. Eres de las más valientes que conozco y tengo razón cuando digo que tienes un corazón enorme y fuertísimo. 

En fin, creo que tu me despiertas, me haces ir y venir. Esto me encanta y cómo confío ti, no da miedo. Me sigue asombrando cómo una persona puede estallar la química de otra y que de ahí solo quieran salir cosas buenas. Me sentiría feliz de que tu lo sientas también. Como eres mi amiga lo sabes, yo nunca me he enrollado con estas cosas, esto de fijarse en alguien especialmente. Siempre me ha costado embalarme, irme en la volá, sentir ese entusiasmo cuando se trata de otra persona. Me parecía intrascendente. Llegué a cuestionarme, incluso. Sufrí e hice sufrir por ello. Y si algo aprendí la última vez es que eso no se entrega así nada más. Y que si no hay algo, un latido diferente, un atisbo de magia siquiera, no hay por qué perder el tiempo.

Independiente de todo eso, yo quiero que resuelvas esas cosas. Que ordenes y pongas todo en su sitio. Eres un sol, de verdad que si, y tienes derecho a brillar siempre. Yo no quiero estar allí solo cuando estás bien, también quiero cuidarte, me nace querer protegerte y ser tu amiga. Quiero que nos sigamos mirando de esa manera transparente, no quiero perderme de ti y tampoco quiero que te pierdas de mí. Aunque siempre estoy deseándote bien. Quiero escucharte. Quiero reír y llorar. Quiero abrazarte y quedarme dormida. Tener secretos, enseñarte las cosas que sé, aprender de ti, ser compañera. No podría hacerte daño; jamás, por ejemplo, ha sido mi idea aplacar tu libertad. ¿Cómo podría atentar contra lo que, justamente, es lo que me encanta? No pasa naa. Trato de ser verdadera contigo Gala. Francamente, pienso que dejar pasar y privarse de algo tan lindo y trascendente no es un acto del todo libertario. Y digo trascendente, porque no se vuelve a ser la misma después de conocerse bien. Lo que me parece, en verdad, irresistible. Se me ocurre que ser equidistante a todo es otra forma de prisión, no sé. Porque la gente suele alienarse por miedo, por terror a lo difícil y a lo desconocido. Yo no quiero vivir de esa manera, no. Quiero tu bien, quiero que crezcas más todavía, quiero que vivas experiencias monumentales. No quiero la interdependencia, quiero este amor distinto, intensidad de amor posmoderno. Profundidad, no como objetos. Ambas somos únicas, y sé que sabemos diferenciarnos del resto. Hay una sensibilidad que nos rodea. Quiero que seas enorme, porque esa es tu ley, tu estado natural. Lo veo cada vez que estoy contigo. Una vez leí que ciertas personas llegan a nosotras a desarmarnos, a hacer que nos cuestionemos y a partir de allí hay una hermosa transformación. Pienso que vinimos a mezclarnos, que si bien hay configuraciones mal entendidas en el amor que nos someten, somos igual tan maravillosas, tan complejas, que esa manipulación no es absoluta, que igual algo queda y zafamos, que somos capaces y resilientes por naturaleza, guachita, somos mujeres. Y eso es lo que creo, lo que quiero transmitir. 

Aquí no hay pautas, y esa es justamente nuestra mejor garantía, las ganas de vivir amorosamente, fuera de los límites. El amor bonítido, nos impulsa, aprendemos, soñamos en grande. Tengo un buen presentimiento. Te lo digo porque mi intención es vivir esto, sea cual sea la manera y/o consecuencia. Si hay algo que erradicar es el terror ¿no? Es necesario que entiendas que yo no quiero distraerte, sé que llegarás a la cima y no me atormenta, todo lo contrario, porque yo a mi manera también quiero llegar. 

No me considero un ser estático. Busco la apertura y no encerrarme en algo completamente. Te respeto y entiendo que hay ciclos que no puedo transgredir. Tiempos personales que nos pertenecen. Esos proyectos que ya existían y que amamos. Me gustaría ser llave, como tu para mí, llave de sensaciones nuevas. Deja que esta hippie afortunada te haga unos hielitos con frutas, un vinito. ¿Qué tiene, qué tiene? jajaja. Si queremos, es posible que podamos crecer hasta el cielo. Asumo este cambio a su debido tiempo. Es tan nítido ahora mismo para mí. Cada vez que vienes a mi mente, va una petición. Ese deseo de saber de ti, reír. Yo puedo querer a muchas personas, lo mismo tu, pero yo a ti loquita te amo tanto, como a nadie. Aunque estamos lejos. No tengo ganas de que esto se diluya. ¿Entiendes? Quiero reencontrarme contigo y si las señales son correctas asumo todos los riesgos. Le he dado un trillón de vueltas. Pero lo he resuelto, estoy dispuesta, sujeta a cualquier cambio. Parece una locura, porque en un punto lo es, pero lo prefiero a estar quieta. Me parece definitivamente una enfermedad mucho más grave. Es lo que quiero. Cada vez pienso menos en los límites. Se trata de avanzar en esta etapa, mañana no sabemos. Pero al menos hoy, lo consideramos. Al menos hoy, soñamos un poco. Ten presente esto, que hay una loca que te ama sin importar cómo, cuándo, ni dónde. No tengo prisa, mientras tanto yo te voy a estar amando con delirio y colores.

Aunque si quieres podemos apañarnos donde sea, darle cara a la vida y ¿en volá, lo logramos? 

En volá piensas que estoy pitiada, que estoy loca y puede ser jaja, pero yo solo estoy intentando (a mi manera) hacerme cargo de esto, de no ignorar lo evidente y de seguir mi intuición. Lo pienso, lo pienso, te juro que sí. No quiero dejarme arrastrar por algo que no he decidido, gran amigo Silvio diría <<los amores cobardes no llegan>> jaja pero soy una romántica y debes saber bien que es difícil evitarlo, ya que a ti te encanta serlo. Entonces intentó tomar las riendas de la verdad, de lo que me nace y de lo que quiero. Y qué manera más linda de hacerlo, que lanzando la moneda al aire en presencia de una mujer brillante y maravillosa como tú. 

Te dejo unos abrazos tremendos, AMORCITA.

Siempre voy a agradecer que hayas aparecido, entre la pudrición del pueblo. Particularmente esa luna llena de cocaína y Jäger. Me devolviste ese impulso que buscaba sin saber y estoy feliz por eso. Deseo que te sientas igual de afortunada. Prometo que todo lo que te di siempre será tuyo, siempre puedes venir a buscarlo. Te amo tierna, auténtica, real y sin miedo -así tal cual eres- te veo pronto.