Desde una perspectiva crítica, el colectivo Fatiga de Material transita entre la producción audiovisual, los fanzines con collages, literatura, fotografía y hasta cómic de fenómenos que para ellos son importantes y que, por lo mismo, deben darse a conocer.
El pasado 4 de agosto se conmemoró el Día de Bolivia en Santiago de Chile, en el que por Plaza de Armas y sus alrededores, como Paseo Ahumada y calle Estado, comparsas, brillos y colores dieron vida al carnaval, expresión cultural característica de Latinoamérica. En él, se ve cómo la danza mayor -como también se llama a la Morenada- es liderada por el achachi, en que el sonido de las cadenas y grilletes de los esclavos se recrea con matracas y que suena chi chi, chi chi.
La palabra Carnaval viene de la tradición cristiana de occidente y quiere decir «despedida de la carne». Para la tradición andina el Carnaval significa expiar, exorcizar y liberar pasiones, apetitos y otras cosas, menciona el colectivo en la bajada del material audiovisual que hicieron con parte del registro de ese día. El carnaval y su construcción de lo «grotesco», según Mijail Bajtin, es una alternativa a los discursos y regímenes totalitarios. Son carnavalescos todos los esfuerzos culturales que se ríen de los sistemas y buscan y producen formas de libertad popular en los margenes de los sistemas canónicos, continúa la dupla de compañeros que compone Fatiga de Material.