-¿Porque los diablos tienen que ser hombres?
La pregunta flota un instante en el aire cotidiano del desayuno que comparte un padre con su hija, en una casa que le ha quitado un trozo al desierto que todo lo abarca. Las diabladas son parte de una danza religiosa, donde los participantes bailan en honor a una santidad, premunidos de máscaras donde paradójicamente El Diablo Mayor es el primer bailarín.
La película chilena “Diablada” se inspira en la alegría y rebeldía de jóvenes mujeres, que como en una procesión desgraciada van camino a la muerte en una historia de barbarie en el desierto más árido del mundo, ante la indiferencia de las máscaras de la discriminación social que jamás se quitan del todo.
Todas tenían algo en común: mujeres, pobres y vivían en los extramuros de la ciudad, en una desolada localidad en pleno desierto, en Molle Viejo, lugar de ficción, donde un hombre aprovechaba la desidia de las autoridades de turno y de la policía para violar, asesinar y hace desaparecer a jóvenes mujeres, la mayoría de ellas aún adolescentes.
Una a una fueron desapareciendo, para desesperación de sus familiares que rechazaban la teoría de que habrían emigrado a Perú o Bolivia para prostituirse, en una búsqueda por salir de la miseria.
En la vida real, bastó el testimonio de una sobreviviente, que habría sido abandonada por su agresor tras pensar que estaba muerta. El pueblo se congeló y la esperanza de encontrar a las otras jóvenes con vida fue perdiendo fuerza. El culpable, Julio Pérez Silva, el “El Psicópata de Alto Hospicio” un asesino en serie condenado a presidio perpetuo por violación y homicidio de catorce mujeres jóvenes, además de un homicidio frustrado.
Su director Álvaro Muñoz recrea la historia incorporando magistralmente la dureza de las vidas moldeadas por la inmensidad del desierto, con las esperanzas que nacen desde las familias que no se dan por vencidas en la búsqueda de sus seres queridos.
Álvaro Muñoz destaca que la película no nació solo para mostrar lo que aconteció en Alto Hospicio, sino también para graficar el panorama de la violencia de género que ocurría y que ocurre en Latinoamérica. Además, agrega, estaba la “desidia de las policías e instituciones, en un contexto donde montones de políticos repetían que las instituciones funcionaban, pero había un subsuelo que era el machismo donde no funcionaba nada y todavía nada funciona”.
Bajo esta perspectiva, aceptó la invitación de Yestay Producciones, oriunda de la Región de Atacama, para que este tipo de historias no quede solo como crónica policial, sino “porque también hay un tema ético como hombre de apoyar al feminismo, de erradicar malas prácticas que uno también como hombre que lleva cosas machistas”.
María Olga Matte, actriz de larga trayectoria en nuestro país, trabaja en la película, y dice que el personaje que interpreta es el de una madre sola que saca adelante a sus hijos, personaje que curiosamente –según dice- le ha tocado encarnar en otras oportunidades.
“Uno de mis temores como madre, y no soy muy aprensiva, siempre han sido que se pierdan mis hijas y esto tocaba uno de mis miedos”, relata al contar cómo llega esta historia a sus manos. Por otra parte, el paisaje del desierto que pasa de una enorme belleza a la fealdad que produce el hombre en su entorno ayudaba a un sentimiento de una desolación enorme. “Hicimos grabaciones de noche en unos vertederos, después en partes del desierto, con ese frío que te cala. Literalmente nos pasó por el cuerpo a todos”.
Para Álvaro Muñoz, finalmente la discriminación está presente en toda la película en sus diversas formas, “evidentemente tiene aspectos de discriminación de género, en este caso bastante explícito en cómo las policías tratan a la gente, a las mujeres; también la discriminación económica, por ser pobres las personas tienen otro trato en este país, y también la discriminación a través de un personaje que quiere ser “diablo” en la diablada, pero no se le permite por ser mujer”.
Diablada. Yo no me fui, a mí me mataron.
Dirección: Alvaro Muñoz.
Género: Drama Social / Thriller. (Inspirada en una historia real)
Elenco: Catalina Saavedra, Daniel Candia, Karin Mayorinca, Claudio Troncoso, Ana Reeves, Constanza Rojas, Gabriel Urzúa, Vilma Verdejo, María Olga Matte, Hugo Medina.
“Diablada”, película chilena. Estreno Streaming, 8 de mayo 2021, 22:00 hrs. Venta de entradas en Punto Ticket. Transmisión, por PuntoTicket a través de Punto Play.
Estreno sólo para Chile.
SINOPSIS:
La historia de ficción aunque basada en los hechos de Alto Hospicio, se centra en un padre y su única hija, la que termina siendo una víctima más del sanguinario asesino. Nené, la joven, un día no regresa a casa y su padre, presagiando lo peor, se embarca en una frenética búsqueda -junto a los otros familiares- tras las pistas de las jóvenes desaparecidas. Colabora en esta tarea Rosaura (Catalina Saavedra), una policía muy singular que empatiza con la causa y decide unirse a la cruzada.
Producción
La investigación realizada por la Productora Yestay duró dos años, entre los años 2015 y 2016, lo que implicó decenas de entrevistas con las familias de las víctimas, dando origen al guión inédito que recoge la dramática historia.
El telón de fondo de la película fue la provincia de Huasco en Atacama, cuyo rodaje duró 6 semanas. En él se integró a personas de las comunidades locales, lo que hizo parte de un diseño de producción que dio credibilidad al relato.