La escritora kawésqar Marcela Garcés Caro participó en el sexto y último episodio de esta temporada de La Patagonia Escrita. Marcela ha realizado una importante labor transmitiendo la cultura de su pueblo a los más pequeños, lo que ha conseguido a través de su libro «Maty y sus vivencias como niña kawésqar».
La escritora Ana Marlén Guerra Encina fue la invitada al quinto episodio de La Patagonia Escrita. La autora, que reside en Magallanes desde hace varios años, profundizó en su libro «Inventario de existencias», publicado en 2020 por Calafate ediciones. Se trata de un interesante poemario donde se combinan la nostalgia, la pérdida, la memoria y el territorio.
La escritora puntarenense Natacha Oyarzún (1993) fue la invitada en el cuarto episodio de La Patagonia Escrita. La autora conversó sobre su libro Terremoto blanco, lanzado por Alquimia Ediciones en 2022, y la presencia del horror en su obra.
El tercer episodio de La Patagonia Escrita contó con la participación de la escritora yagán Cristina Zárraga, que ha encabezado una destacada labor de revitalización de este idioma y es considerada una continuadora del trabajo que realizó su abuela Cristina Calderón Harban.
Mariana Camelio Vezzani habló sobre su libro Isla Riesco, y cómo una mirada íntima y personal va develando un territorio crudo vinculado a un pasado trágico.
“Junto al Mar, la Vida” fue dirigido por Fernando Saldivia Yánez y se centra en el momento en que la industria salmonera abandona la isla Navarino. Será estrenado en agosto en el museo de Puerto Williams.
Desde hace un tiempo, lo que estoy viviendo no siento que lo estoy viviendo, ¿se entiende? Todo me parece muy lejano, como si lo estuviera viviendo en segundo plano o a través de otra persona. Busqué en internet, lo más parecido que encontré fue el concepto de despersonalización.
En una época, mis compañeros empezaron a sufrir crisis nerviosas y estrés, fue cuando decidí renunciar y cambiarme de ciudad. Ahora escribo en la mañana y tomo sol, también miro los cerros y me fijo en cómo los árboles van perdiendo sus hojas, o bien cambian de color.
En medio del drama, uno se contagia. Por estos días elegí sufrir, ya casi no veo comedia ni series que me hagan reír, lo siento como algo lejano, fuera de esta época; en vez de eso, he comenzado varias series oscurísimas, con imágenes de muerte y asesinatos, puro drama y sufrimiento.
El virus ya está acá, me dijo, ya llegó, y me contó que en la ciudad empezaron a organizar ollas comunes porque la gente no tiene acceso a alimentos. Algo que parecía tan lejano, tan distante, ya es una realidad al interior de la provincia.
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